(3) LAS HORAS, de Stephen Daldry.

LAS HUELLAS DE VIRGINIA WOOLF
El segundo largometraje de Stephen Daldry, que tuvo un brillante debut cinematográfico con Billy Elliot (Quiero bailar) (2000), parte de un buen guión de David Hare —prestigioso autor teatral y director de cine—, que es a su vez adaptación de la novela Las horas de Michael Cunningham. En el film se rinde homenaje a la escritora británica Virginia Woolf (1882-1941), en cuyo peculiar estilo destaca la utilización de la prosa poética, la descripción de la vida citidiana mediante detalles aparentemente insignificantes, el peso del transcurso del tiempo en los personajes y la mayor importancia dramática concedida a los procesos de la mente que a las acciones físicas.
En esta ocasión es la novela Mrs. Dalloway el texto literario que sirve para articular diversos personajes y bloques temporales de la película. Tres épocas, tres historias y tres mujeres cuyas actividades y preocupaciones se van alternando a lo largo del relato. Así, Virginia Woolf escribe la citada obra en un suburbio londinense de 1923, mientras su matrimonio navega en la rutina, cae en depresiones y finalmente se suicida. Nicole Kidman, con un elaborado maquillaje que la hace irreconocible, encarna de forma excelente a la escritora. Laura Brown —la actriz Julianne Moore— es una ama de casa que vive en Los Ángeles de 1951 inmersa en una monótona vida conyugal y familiar que la lectura de Mrs. Dolloway contribuye decisivamente a alterar. Por último, Clarissa Vaughan —la actriz Meryl Streep— es una editora de Nueva York de 2001 que prepara una fiesta de cumpleaños para un amigo terminar de SIDA.
La película va intercalando de forma tan hábil como sensible las trayectorias de sus tres protagonistas, que viven unas horas de enorme intensidad emocional, con el denominador común de la insatisfacción que les producen sus respectivas vidas y de la angustia producida por la sensación de extrañamiento hacia su propia identidad personal. Las pulsiones lésbicas que sienten vienen a acentuar, si cabe, la conciencia de alienación que experimentan resultante de soportar una biografía, dentro de una normalidad comúnmente aceptada, poco acorde con sus más profundos deseos.
En este sentido, Las horas es una muestra de cine moderno cuya profundidad no se basa en un guión y unos diálogos prefabricadosy unívocos, sino en una concepción existencialista de la narración según la cual la vida simplemente transcurre de forma caótica y es la cáamra quien la capta y la transmite al espectador que, en definitiva, deberá dotar de sentido a esta percepción fenomenológica.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.