(1) MÁS DE MIL CÁMARAS VELAN POR TU SEGURIDAD, de David Alonso.

TERROR ADOLESCENTE
El realizador David Alonso, que debuta en solitario tras codirigir con Fernando Cámara Memorias del ángel caído en 1997, adapta un subgénero del cine de Hollywood que da buenos resultados en la taquilla, el terror adolescente. Así, Más de mil cámaras velan por tu seguridad recuerda todas esas películas cuya estructura se resume en “alguien va asesinando uno por uno a un grupo de jóvenes”, como la saga de Scream, Sé lo que hicisteis el último verano, y otros filmes españoles como No debes estar aquí o El arte de morir. Siempre he defendido que el gran defecto de estas producciones es la falta de credibilidad, ya que el antagonista está en todas partes y en ninguna, posee el poder de la omnisciencia, es más fuerte que todos y nunca se ve (o sólo al final). Por su parte, los protagonistas son seres planos sin capacidad de raciocinio (¿por qué se separan, se quedan solos, se pierden, se quedan encerrados… en el momento justo en que el asesino está a su espalda?). Otra queja que manifiesto es la falta de coherencia que se revela en evidentes fallos de guión (lo que sabe o no sabe un personaje, la imposibilidad de estar en varios sitios a la vez o de desplazarse tan rápido, en una escena se dice una cosa o se comporta de una manera y a la siguiente se dice o se hace lo contrario…), llegando al extremo de parecerme más a una película cómica, una de tantas parodias del género que se prodigan, que una película de acción e intriga. El efecto sorpresa, tan perseguido por el director, hace que se pierda consistencia, momentos de menos tensión psicológica pero necesarios para dar explicación y sentido a la narración. El guión fuerza a situaciones poco creíbles, a comportamientos previsibles y a diálogos absurdos que derivan a un final insípido e insustancial. Ni qué decir que muere hasta el apuntador.
Rodada en el Metro de Valencia y posproducida en formato digital (los efectos son buenos de verdad), Más de mil cámaras velan por tu seguridad está protagonizada por jóvenes actores conocidos en televisión, que actuaron en series de TV como Compañeros, Al salir de clase, Médico de familia, El comisario… El mensaje de la cinta es interesante: las nuevas tecnologías (Internet, la televisión, las cámaras portátiles, los teléfonos móviles, etc) nos facilitan la comunicación pero ponen en peligro nuestra intimidad, nuestra vida personal. Nos convertimos en seres dependientes de estos aparatos lo que demuestra las carencias y dependencias afectivas y comunicativas.
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