(3) EN TIERRA DE NADIE, de Danis Tanovic.

LA TRINCHERA
Primer largometraje de Danis Tanovic, un joven cineasta bosnio afincado en Bélgica, En tierra de nadie es una coproducción europea cargada de premios y de reconocimientos internacionales cuyo extraordinario interés debe no poco a un guión magistral estructurado en torno a unas cuantas ideas cardinales como la situación única, el espacio limitado, la variedad de elementos narrativos y la progresión del interés dramático. Cine antibelicista en estado puro, el film nada tiene que ver con las películas “de guerra” al uso, caracterizadas por el maniqueísmo de los personajes, la identificación del espectador por uno de los bandos enfrentados, la apología de la violencia y el carácter épico-heroico del relato; sino que constituye por el contrario una reflexión crítica sobre la inhumano y absurdo de todo conflicto bélico, así como sobre las terribles consecuencias físicas y morales de la violencia.
Protagonizado por tres antihéroes, soldados atrapados en una trinchera, en tierra de nadie, en plena guerra serbio-bosnia de 1993, uno de ellos inmobilizado por una mina que amenaza su vida, el film asume una visión a la vez terrible y distanciada gracias a un tono tragicómico que nos evoca La gran guerra de Monicelli y La vaquilla de Berlanga por su humor sarcástico y su mirada cercana al absurdo.
La violencia y la muerte son mostradas mediante planos de muy corta duración que contrastan con la situación estancada y con la placidez de la campiña en pleno verano, haciendo más dolorosa la contemplación de la devastación y del odio en medio de la serenidad y al belleza de un entorno aparentemente idílico. La riqueza conceptual del relato viene acrecentada por los diálogos entre adversarios que resumen a la perfección la sinrazón de la guerra fraticida y sus consecuencias: un mismo idioma, experiencias juveniles compartidas, la locura de la limpieza étnica, la inoperancia de la ONU, los mass media en busca del espectáculo de gran audiencia, el sensacionalismo informativo, etc.
En tierra de nadie es, pues, una magnífica parábola montada sobre elementos minimalistas, una preciosa y precisa metáfora sobre la guerra en general y el conflicto balcánico en particular que no renuncia, ni mucho menos, a una vocación realista que enriquece el film con enorme rigor psicológico y con una total verosimilitud en las actuaciones. Una buena película.
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