(2) NORA, de Pat Murphy.

JAMES JOYCE EN FAMILIA
Esta producción británica dirigida por la irlandesa Pat Murphy debe su existencia al empeño personal del versátil actor escocés Ewan McGregor, productor y protagonista de un film que describe los años juveniles del escritor James Joyce (1882-1941), centrado especialmente la atención en su conflictiva relación con Nora Barnacle, su compañera sentimental y madre de sus hijos, cuyo punto de vista femenino ha privilegiado la escritora Brenda Maddox en una biografía novelada que ha servido de soporte literario al film.
La película abarca desde 1904, año en que Nora se escapa del ambiente represivo y asfixiante de Galway, para trasladarse a Dublín donde conoce a James Joyce, hasta 1910, fecha en que la pareja ya se ha afincado en Trieste (Italia) en busca de una mayor libertad y en la que el escritor parece vislumbrar un mejor futuro profesional, al tiempo que se hace más estable la convivencia con su mujer. En esos momentos ya era conocido por Dublineses (que incluye el relato corto Los muertos, que adaptó magistralmente al cine John Huston poco antes de fallecer) pero hasta 1922 no logró publicar su obra maestra Ulysses, donde el personaje de Molly Bloom materializa muchas de las vivencias reales de Nora.
El relato fílmico aborda muy sucintamente, sin profundizar, la creación literaria de Joyce pues se interesa más po su vida privada en pareja, dominada por las tensiones y divergencias con Nora: celos, egocentrismo, obsesión por el trabajo, adicción al alcohol, escasez de dinero, diferencias de clase y de nivel cultural, relaciones sexuales cuya intimidad traslada a sus escritos con gran crudeza y sinceridad, un carácter arrogante y a la vez inseguro, etc.
Pero el film deja una cierta insatisfación porque retrata insuficientemente la personalidad y la obra de Joyce, cuya importancia innovadora en la literatura universal es reconocida por todos los expertos. La película apenas da explicaciones sobre las dificultades que encontró para editar sus obras, que vieron la luz bastantes años después de escritas al ser acusadas de obscenas y pornográficas, pero también a causa de su estilo difícil y alejado de todo convencionalismo narrativo: monólogos interiores, mezcla de géneros y de modos expresivos, un nuevo lenguaje que baraja con gran libertad tiempos y espacios, así como la presencia constante de sus raíces irlandesas a la vez que el rechazo de esas mismas tradiciones.
Pese a sus evidentes insuficiencias, Nora presenta aspectos de interés que hacen aconsejable su visión.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.