(1) CÓMO PERDER LA CABEZA, de Mark S. Waters.

TRILLADO FLECHAZO
Unos brillantes decorados y vestuario, una fotografía impecable y el glamour de las jóvenes estrellas Monica Potter y Freddie Prinze Jr. confieren a la película un atractivo que hace inexplicables las limitaciones comerciales de su estreno, efectuado en un solo multicine del extrarradio. Con un guión influenciado por Cómo casarse con un millonario y por La ventana indiscreta, el film compagina elementos de dos géneros distintos como la comedia romántica y la intriga criminal, aunque por desgracia nunca se alcance la perfección de aquella obra mestra que fue Charada.
Cómo perder la cabeza narra el encuentro y flechazo entre una chica provinciana que trabaja como restauradora de arte en un museo neoyorkino y un ejecutivo de la moda, vecino suyo, que parece sospechoso de asesinato. Al guión se le notan demasiado las trampas y abundan las situaciones convencionales, poco verosímiles, bajo el dominio casi absoluto de la concepción rosa del amor y del obligado final feliz. Algunos momentos, no obstante, resultan ingeniosos e incluso divertidos.
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