(2) UNA NOCHE CON SABRINA LOVE, de Alejandro Agresti.

APRENDIENDO A VIVIR
El argumento del inexperto jovencito seducido e iniciado sexualmente por una mujer madura, consagrado internacionalmente por El graduado (1967) y una de las obsesiones particulares del cine felliniano, es el eje central de Una noche con Sabrina Love, del argentino Alejandro Agresti. Un huérfano adolescente que vive con su abuela en un pueblo de la provincia de Entre Ríos, que trabaja en el frigorífico de un matadero de pollos y que es adicto a la TV gana un concurso cuyo premio es pasar una noche de amor con la estrella porno Sabrina Love.
En esta adaptación fílmica de la novela de Pedro Amairal, el traslado del muchacho a Buenos Aires marca los contrastes entre campo y ciudad, entre inocencia y veteranía, entre calma y vida trepidante, entre tedio y diversión. Significa principalmente el descubrimiento del placer y de la propia identidad mediante una serie de encuentros con diversos tipos de fauna noctámbula norteña, algunos de ellos de evidente signo almodovariano, entre los que destaca el hermano del joven protagonista, un superviviente de la jungla urbana que ya ha perdido por completo sus raíces rurales.
Relato lineal a excepción de algunos breves flash-backs que muestran la niñez del mencionado protagonista, Una noche con Sabrina Love es la descripción de un aprendizaje vital forjado a base de golpes y desengaños en el que tiene un papel fundamental el personaje de Sabrina Love, encarnado por una magnífica Cecilia Roth, una actriz de shows eróticos rutinarios, mujer experimentada pero vulnerable, a la que acompañan en papeles secundarios los veteranos Norma Aleandro y Giancarlo Giannini.
Pero una buena idea no siempre desemboca en un film excelente, como ha sido el caso presente, por culpa de un desarrollo discutible y fallido al perderse la idea central que se difumina en historias paralelas y al decaer el pulso narrativo por un exceso de personajes secundarios, todo ello en perjuicio del encuentro entre el chico y la actriz, su mito erótico, momento cumbre fragmentado en diversas escenas separadas en el montaje.
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