(0) MÁS QUE AMIGOS, de Edward Norton.

UN IMPROBABLE TRÍO SENTIMENTAL
Debut como realizador y productor del actor Edward Norton, acompañado en esta ocasión por Ben Stiller y por Jenna Elfman, Más que amigos es una comedia que mezcla enredos y romanticismo a partes iguales para configurar un relato aparentemente escabroso pero que discurre por las sendas más trilladas y previsibles que quepa imaginar.
Narrado en primera persona, un flashback inicial nos muestra la amistad adolescente entre dos chicos y una chica que se reencuentran veinte años después en Nueva York, surgiendo un trío caracterizado por una secreta rivalidad amorosa. La excepcionalidad del film viene dada por el hecho de que uno de los jóvenes es rabino y el otro sacerdote católico, enamorados ambos de la misma muchacha, una guapa y brillante ejecutiva.
Los conflictos planteados entre celibato e impulso sexual y entre ortodoxia judía y muchacha no hebrea constituyen el núcleo de esta película inmaculada que rehuye todo aspecto morboso o problemático para desembocar en un previsible final feliz en que cada personaje y cada institución queda en el mismo sitio donde siempre estuvo, sin cambios traumáticos.
Pero esta comedia de sentimientos y de malentendidos naufraga por completo, a mi juicio, no solo por su óptica netamente conservadora. Ni la música del veterano Elmer Bernstein y las numerosas canciones que la ilustran son especialmente brillantes, ni el reparto cuajado de sensacionales secundarios pueden enderezar un guión demasiado edulcorado y artificioso, traducido además en un film estirado injustificadamente hasta las dos horas de duración. Molesta también su estilo de típica serie televisiva estadounidense, con ingeniosas réplicas dialogadas y escenas infladas sin base psicológica real, olvidando dotar a los personajes de una profundidad que los haga humanamente interesantes o, al menos, creíbles.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.