(2) REBELIÓN EN LA GRANJA, de John Stephenson.

ANIMALES DEL MUNDO: ¡UNÍOS!
El escritor británico George Orwell (1903 – 1950) alcanzó fama mundial profetizando un futuro apocalíptico para la Humanidad, a la vez que popularizó el concepto de “Gran Hermano”, en sus dos últimas obras: Rebelión en la granja (1945) y sobretodo en 1984 (1949). Sátira de los totalitarismos en general y del comunismo en particular, la primera fue adaptada por vez primera al cine en formato animado en 1954. La nueva versión de John Stephenson es resultado de un ambicioso proyecto con rodaje en exteriores en Irlanda, filmación con animales reales y de prototipos móviles de silicona, además de una post-producción con técnicas de animación digital y con las voces de famosos actores y actrices como Ian Holm, Julia Ormond, Peter Ustinov y Paul Scofield, entre otros.
El relato está concebido como un gran flashback mediante el cual la vieja perra Jessie recuerda lo sucedido años atrás en la granja Manor y constituye una fábula en clave de farsa política, al modo de Jonathan Swift, con una serie de metáforas elaboradas con el fin de condenar el estalinismo y el culto a la personalidad, parodiando figuras relevantes como Marx, Trotsky, Goebbels, la KGB, etc.
Queda muy diáfana la evolución histórica y política del proceso: revolución, democracia, control del poder por una élite dirigente, burocratización y dictadura personalista, cambios que aquí se expresan con el paso de explotados a explotadores por parte de una minoría de cerdos, lo que permite subrayar la contradicción entre la teoría y la práctica en el devenir revolucionario, con las secuelas de mentiras y manipulación, traición y engaño a las bases populares, características que según Orwell reflejaban la degradación del comunismo soviético frente a la honestidad del socialismo democrático en el que él mismo militaba.
Conviene aclarar que tanto la versión de 1954 como la actual han suavizado el pesimismo histórico en su desenlace, pues en el libro acaba triunfando la dictadura y en las películas, especialmente la última, tras la crisis y el hundimiento de la granja, se produce un esperanzado regreso de los animales libres para su reconstrucción.
El interés de esta Rebelión en la granja es innegable y recomiendo su visionado aunque, a mi juicio, una fábula elaborada con imágenes fotográficas reales plantea una contradicción de estilo entre la fantasía simbólica y el realismo concreto, no resuelta aquí plenamente, especialmente si tenemos en cuenta que la animación por ordenador todavía no puede compararse, en cuanto a expresividad, con la de los auténticos seres vivos.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.