(1) MI MAPA DEL MUNDO, de Scott Elliot.

LA VIDA PATAS ARRIBA
El primer largometraje de Scott Elliot, acreditado director teatral en Broadway, es resultado de la adaptación fílmica de una novela de Jane Hamilton, un repetorio de penas, sufrimientos, injusticias, soledades, incomprensiones y fatalidades que abruman al espectador poco dado al masoquismo con todos los resortes efectistas y sensibleros propios del folletín.
Las virtudes del tilm se resumen en un atractivo reparto, encabezado por Sigourney Weaver y Julianne Moore, la banda sonora con música del guitarrista Pat Metheny y un desenlace optimista bajo el lema “La vida sigue” con el inicio de una nueva singladura de la familia protagonista en Chicago.
En su vertiente negativa, se acumulan los defectos y limitaciones: un excesivo metraje que supera las dos horas; la ausencia de un punto de vista distanciado y reflexivo que indague en las miserias morales de una pequeña comunidad rural de la América profunda; una apabullante acumulación de elementos melodramáticos con la madre rechazada y deprimida por la muerte de la niña, la falsa acusación de abusos sexuales y una estancia en la cárcel; y un estudio superficial de los personajes.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.