(3) TREES LOUNGE (UNA ÚLTIMA COPA), de Steve Buscemi.

CRÓNICA DE PERDEDORES
Steve Buscemi es conocido internacionalmente por su labor interpretativa en films de los hermanos Coen, Tarantino, DiCilio, Altman, Rockwell y Jarmush. En su debut como realizador de largometrajes ha escrito e interpretado un drama realista, en cierta manera autobiográfico, que rinde homenaje del cine independiente USA y concretamente al gran cineasta John Cassavetes.
Presentada en la Quincena de Realizadores de Cannes, Trees Lounge (Una última copa) nos ofrece una visión rigurosa y nada complaciente de la América profunda, de trabajadores y pequeños empresarios que conforman el bando de los perdedores, la otra cara del “Sueño Americano”, pese a sus esfuerzos por alcanzar el éxito o, al menos, la felicidad. Ambientado en un pequeño núcleo urbano cercano a Long Island, el relato está poblado por un ilimitado círculo de familiares y amigos del protagonistas, un mecánico en paro, desenvuelto, tramposo y frustrado que halla en el bar Trees Lounge el sucedáneo del hogar que no tiene.
Precisamente es el bar el lugar emblemático que constituye el centro de reunión donde se establecen las relaciones entre los diversos personajes, seres cotidianos y vulgares cuyas vidas sin horizontes en las esferas laboral, afectiva y sexual buscarán refugio y estímulo en el alcohol o las drogas. El viejo y solitario bebedor se presenta, pues, como una materialización del futuro que le espera al protagonista que, una vez desaparecido aquél, ocupará su sitio en la barra del bar en el impresionante y ascético plano que cierra la película.
Sorprende muy gratamente un film como éste en el que la falta de experiencia de Buscemi no es obstáculo para que brille su enorme talento, que se hace patente en un guión modélico con gran riqueza de situaciones, en la precisa dirección de actores que sabe extraer de ellos toda la autenticidad humana y en la funcionalidad de una cámara que evita todo artificio para ponerse al servicio de los intérpretes, profundizando en el retrato de personajes y en sus relaciones.
Buscemi evita juzgar y condenar a sus desgraciadas criaturas, limitándose a mostrarlas al espectador con la mayor riqueza de matices, limando el dramatismo de muchos momentos con pequeños detalles de humor. También debe destacarse la presencia de magníficos actores y actrices en papeles episódicos, aceptados seguramente por su amistad con el realizador, y la sugestiva banda sonora repleta de atractivos fragmentos de jazz, blues y baladas.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.