(3) EL INDOMABLE WILL HUNTING, de Gus van Sant.

UN CHICO FORMIDABLE
Will es un joven rebelde con el carisma de un líder y una inteligencia asombrosa, especialmente para las matemáticas. Sin embargo, se trata de un héroe vulnerable, un huérfano que arrastra una infancia y una adolescencia difíciles, con un historial conflictivo que ha forjado su carácter indómito con comportamientos antisociales, incluso violentos. El descubrimiento de su talento por parte de los profesores le planteará un dilema: seguir con su vida de siempre o aprovechar sus grandes cualidades intelectuales en alguna universidad. Sólo los consejos de un solitario y bohemio profesor le ayudarán a decidirse.
Lo que podría derivarse en un relato convencional de superación personal y triunfo del esfuerzo se convierte, gracias al tono empleado y a la contención dramática, en una certera diatriba sobre el “sueño americano”. Los guionistas de El indomable Will Hunting, Matt Damon y Ben Affleck, son a su vez los jóvenes protagonistas de la película, quienes encarnan a dos personajes tridimensionales que viven en un punto de inflexión en sus vidas, un momento definitorio de su trayectoria como individuos, contando además con la figura del maestro y guía que ayuda con su experiencia y sabiduría a tomar decisiones importantes y encauzar el sentido de la existencia.
Gus van Sant parece dejar atrás su carrera como cineasta independiente. Tras sus inicios alejados del mainstream con films como Mala noche (1985), Drugstore Cowboy (1989) y Mi Idaho privado (1991), el director se coló por la puerta trasera de Hollywood con la fallida Ellas también se deprimen (1993), un traspié que compensó a continuación con Todo por un sueño (1995), su primer éxito de taquilla. El indomable Will Hunting supone, afortunadamente, que no se somete a la industria y mantiene un sello personal caracterizado por un margen de libertad creativa.
Una buena factura técnica y una narración inteligente acaban por pulir un producto interesante, cuyas cimas climáticas se alcanzan en la dialéctica entre profesor y alumno así como en las escenas que enfrentan el humilde barrio origen del protagonista y sus amigos con la zona universitaria de Harvard Square, donde Will Hunting conoce a su partenaire. En ese proceso de madurez y toma de decisiones, Gus van Sant marca distancias llevando al personaje de un lado a otro de la ciudad, comparando contextos socio-económicos y culturales del paisaje urbano, abriendo los ojos a un personaje con el que muchos nos hemos identificado.
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