(2) 99.9 LA FRECUENCIA DEL TERROR, de Agustí Villaronga.

LÓGICA VERSUS TERROR
Basta repasar la breve aunque destacada filmografía de Agustí Villaronga para comprobar su habilidad para crear y utilizar atmósferas asfixiantes y personajes inquietantes. En esta ocasión las investigaciones de una locutora de radio responsable de un programa nocturno de parapsicología en torno a la misteriosa desaparición y muerte de un antiguo amante permite al realizador enhebrar un típico relato de terror en el que lo fantástico y la intriga se entrecruzan en un clásico film de género en el que los signos expresivos empleados se hallan ya fuertemente codificados, por lo que solo el talento del guionista / director podrá evitar el peligro de caer en los tópicos habituales, en las más trilladas recetas narrativas del espanto.
La experta fotografía de Javier Aguirresarobe y un reparto actoral de prestigio —María Barranco, Terele Pávez, Ruth Gabriel, Gustavo Salmerón, Simón Andreu, Vicky Peña— ayudan al logro de un producto digno que nos llega de sorpresa en sorpresa, de sobresalto en sobresalto y en el que incluso los objetos cotidianos adquieren una dimensión impactante en virtud del peculiar enfoque con el que nos son mostrados.
La presencia de elementos morbosos en torno a la violencia y el sexo, así como la utilización de la moderna tecnología como contrapunto científico a tanto trauma irracional pretenden conferir a la película una complejidad que haga olvidar lo difícil y sutil que resulta el deslindar las fronteras entre truculencia gratuita y manipulación legítima, entre imaginación estéril y talento artístico creador en un género como el presente que se mueve en un terreno resbaladizo lleno de contradicciones y de paradojas.
99.9 La frecuencia del terror juega con la acumulación de efectismos en un guión que no alcanza el rigor de, por ejemplo, Tesis (1996), desgranando una serie de tremendos crímenes cuya explicación traza una interesante parábola que va desde el discurso irracional —la parapsicología— a la explicación científica —la locura, al tiempo que reclama al espectador un itinerario mental que arrranque de los medios ancestrales para desembocar en una coherencia lógica que dé un sentido coherente al relato.
Pese a sus limitaciones, un film recomendable para adictos al género fantástico-terrorífico.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.