(3) DESPABÍLATE AMOR, de Eliseo Subiela.

TAL COMO ÉRAMOS
La quinta película de Eliseo Subiela que llega hasta nosotros podría considerarse como una versión a la argentina de Tal como éramos (1973), un relato que debe tanto a las evocaciones autobiográficas del realizador como a un “inconsciente colectivo” que lo hace enormemente receptivo para un público que se identifica fácilmente con sus postulados.
El film combina sabiamente secuencias del presente con escenas de un pasado situado en los años 60 mediante una serie de flashbacks que permiten contrastar los amores y los ideales políticos de la juventud con un presente dominado por las crisis personales: la incipiente decrepitud física, la rutina o el desengaño sentimental, la soledad o el escepticismo de quien ha sufrido ya todas las dictaduras.
Nada que ver, sin embargo, con algunos títulos de nuestro inefable José Luis Garci, a quien le pierde el exceso de añoranza, un tono sensiblero que le hace permanecer enfermizamente aferrado a todo lo “retro”. Subiela, en cambio, nos deja ver toda su melancolía, materializando en la jovencita cubana del violonchelo un amor imposible más propio de tiempos que ya no volverán, cuando queríamos cambiar el mundo y descubrimos que era el mundo quien nos había cambiado a nosotros.
Pero a pesar de ese “hombre nuevo” que no logró surgir de las entrañas de la Historia, el film constituye un homenaje a la vida que, según el cineasta, es una gran fiesta con episódicos momentos dramáticos. Una gran diversidad de secuencias constituyen ramificaciones de la historia principal, enriqueciéndola, y Darío Grandinetti evoca los guateques juveniles y sus fallidos ideales revolucionarios desde el agobio y la tristeza en la existencia humana, actitud que viene magníficamente servida por una feliz mezcla de humor, visión fantástica de lo cotidiano y poesía, sin olvidar el impacto emocional de una rica banda sonora que deja oír desde suites de J. S. Bach a boleros de Sandro y Leonardo Favio, desde rocks de Elvis a tiernas baladas de Paul Anka.
Una película nostálgica, divertida y tierna que debe verse…
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