(3) YO DISPARÉ A ANDY WARHOL, de Mary Harron.

FEMINISMO RADICAL
Una laboriosa tarea de investigación para reconstruir sucesos y ambientes le han permitido a la realizadora Mary Harron elaborar una crónica muy bien documentada sobre el atentado que sufrió Andy Warhol en 1968, tiroteado por la que se erige en auténtica protagonista del film, Valerie Solanas, una joven con una infancia traumática y una adolescencia inestable, prostituta, intelectual errante y feminista radical que fue hundiéndose en su paranoia tras escribir con escaso éxito una obra teatral y el manifiesto SCUM, un furibundo alegato lésbico contra el género masculino.
Lo que destaca más en la película no es y la excelente interpretación de Lili Taylor como Valerie Solanas ni la magnífica música de John Cale —ex-miembro del grupo musical Velvet Underground— y otras piezas famosas del rock años 60, sino el carácter de crónica distanciada, rigurosa y llena de vigor que tiene el relato, que se estructura como un flashback total a partir del atentado, que fracciona la secuencias a modo de bloques independientes que van aportando información y que en modo alguno resulta complaciente con los personajes ni con sus actitudes o motivaciones.
Un estilo cercano al documental, al reportaje elaborado con una cámara muy activa, rupturas temporales, imágenes imperfectas, etc. nos permite conocer, sin concesiones al psicologismo o sujeción alguna a tesis moralizantes, en qué consistió la célebre Factory, un amplio almacén de la neoyorkina calle 47 donde sexo, drogas y rock&roll se convirtieron en slogan de una forma de vivir que iba paralela a un trabajo artístico de vanguardia que abarcaba desde la pintura al cine underground realizado por Gerard Malanga y Paul Morrisey y desde la edición de una revista a las actividades fotográficas y musicales.
Andy Warhol ejercía de polifacético mecenas en esta corte de los milagros de la modernidad, famoso y millonario tras explotar un estilo pop-art basado en la plasmación de objetos cotidianos reproducidos en serie y ser precursor en la utilización de los mass-media para la promoción personal.
En este preciso contexto, fielmente retratado por el film, es donde pulula una fauna de personajes tan estrafalarios como atractivos, sofisticados y provocativos cuya pose indolente choca frontalmente con la perenne irritación y la exaltada militancia de una Valerie Solanas que se siente incomprendida, humillada y estafada. Su decisión de matar a Warhol fue, sin duda, una salida psicótica a su frustración vital, un golpe contra el supuesto culpable de su fracaso. Fue condenada a pasar tres años recluida en un hospital psiquiátrico y murió de pulmonía en un centro de beneficiencia en 1989.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.