(1) LA ISLA DEL DR. MOREAU, de John Frankenheimer.

FAUNA SINIESTRA
De la novela original de H. G. Wells, publicada en 1896, había ya dos adaptaciones fílmicas: la de Erie C. Kenton de 1932, con Charles Laughton y Bela Lugosi, y la de Don Taylor de 1977, con Burt Lancaster y Michael York. Poco nuevo aporta esta reciente versión de John Frankenheimer que comienza con unos interesantes títulos de crédito que cuenta con una sólida base industrial y que está narrada en primera persona, aunque el carácter fantástico-terrorífico de la primera haya dejado paso en esta última a un enfoque más de ciencia-ficción donde la moderna tecnología —la ingeniería genética— intenta explicar la existencia de monstruos mitad humanos mitad animales creados con la intención errónea de lograr seres totalmente felices por un Dr. Moreau autoconsiderado padre todopoderoso, un personaje encarnado por un obeso Marlon Brando.
Se ha evitado esquematizar demasiado el choque entre buenos y malos, pero un guión superficial y poco riguroso se pierde en los fáciles caminos de la aventura sin lograr la coherencia y la claridad que demandan las múltiples cuestiones ideológicas y morales apuntadas: las relaciones entre ciencia y ética; la religión y la ley impuestas por la fuerza y no por la razón; el aspecto físico como determinante de los privilegios, la rebelión como forma de caos, etc.
Lamentablemente, La isla del Dr. Moreau se pierde por vericuetos narrativos poco consistentes y el efectismo de los maquillajes acaba ahogando el verdadero meollo del discurso teórico que subyace en la fábula.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.