(0) RESTAURACIÓN, de Michael Hoffman.

LOS PLACERES DE LA CORTE
El marco histórico de la película, como su nombre indica, es la restauración monárquica de los Estuardo en la persona de Carlos II de Inglaterra, en el trono entre 1660 y 1685, hijo de Carlos I, que fue ejecutado en 1649 tras una guerra civil de la que salió vencedor el puritano Cromwell, el cual instauró una república durante 11 años. Pero el film apenas se interesa por el nuevo monarca, absolutista al estilo francés, enfrentado al Parlamento y obligado a dictar una ley constitucional en defensa de los derechos individuales, embarcado en algunos conflictos bélicos pero favorecedor del desarrollo económico con el comercio colonial y el cultivo de las ciencias y las artes.
La figura protagonista de Restauración es un médico de mentalidad moderna que investiga y trabaja tanto para el rey en la Corte como para el pueblo en medio de una epidemia de peste y el gran incendio de Londres. Lamentablemente, el predominio de lo anecdótico y el vulgar melodrama hacen naufragar el posible interés de un relato histórico que intenta construirse mediante un fotografía de Oliver Stapleton contrastada en intensos claroscuros, al igual que la pintura barroca, y con una abundancia de decorados y vestidos de época que por su artificio y caprichoso amontonamiento se parecen demasiado a la imaginería fallera.
Con algunas frases “significativas” se pretende hacer un resumen de sucesos y de sentimientos que, en realidad, nunca llegan a verse en la pantalla.
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