(1) PRISIONEROS DEL CIELO, de Phil Joanou.

UN ACCIDENTE SOSPECHOSO
Adaptación fílmica de una novela de James Lee Burke que narra las peripecias de un ex-policía que salva la vida de una niña tras un accidente aéreo y que se enfrenta a unos mafiosos que acaban asesinando a su esposa. La industra cinematográfica USA retorna frecuentemente a las fuentes del cine negro de los años 40 y 50, un género ilustre cuyos grandes maestros como Huston, Hawks, Dwan y Walsh enriquecieron la descripción de la delincuencia y de la maldad con dosis de ambigüedad moral y de cinismo en los personajes, con la violencia como manifestación psíquica patológica y con una sexualidad que era expresión de ambición e intrumento de dominación.
Prisioneros del cielo es un thriller realizado por el mediocre Phil Joanou que busca el espectáculo y la intriga con la ayuda del star-system pero cuyo guión poco consistente permite captar inmediatamente las limitaciones de un relato cuyos personajes carecen muchas veces de móviles reales de actuación y cuyos conflictos se manifiestan sin una base dramática sólida y coherente.
Con estos presupuestos, la violencia resulta en gran medida gratuita, con peleas y persecuciones entre buenos y malos que no son otra cosa que concesiones al sadismo latente en el espectador, mientras las sensuales vampiresas exhiben una perversidad de pacotilla.
Poca cosa, pues, a destacar si exceptuamos una digna fotografía de Harris Savides y una banda sonora de George Fenton que cumplen adecuadamente su función.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.