(2) SENTIDO Y SENSIBILIDAD, de Ang Lee.

DINERO Y AMOR
La británica Jane Austen (1775-1817) publicó su famosa novela Sentido y sensibilidad en 1811, centrando su atención en el mundo autosatisfecho de caballeros y damas provincianos, sus prejuicios sociales y planes matrimoniales, con un estilo pulcro, detallista y marcado por una fuerte convicción moral.
La película del taiwanés Ang Lee obtuvo el Oso de Oro en el pasado festival de Berlín y el minucioso guión de la actriz Emma Thompson pone de relieve en núcleo dramático fundamental del relato: el sempiterno choque entre sentimientos individuales e intereses de clase, entre el amor y el dinero, que produce no pocas tribulaciones a los personajes hasta que en definitiva se impone un final feliz, seguramente porque la autora literaria, hija de un clérigo protestante, no pudo concebir otro desenlace más pertinente para las dos hermanas protagonistas tan dotadas de “sentido” y de “sensibilidad”.
El film destaca poderosamente en su aspecto visual, por unos encuadres perfectos de gran belleza plástica al modo de las pinturas de la época, por un vestuario y unos decorados muy bien documentados que son reflejo de la clase social y gustos de los personajes, y por una dirección de actores muy ajustada y eficaz. Pero sobre todo el interés tanto de la novela como de la película, a mi juicio, reside en construir un documento excepcional, aun sin haberlo pretendido, del tránsito del siglo XVIII al XIX, de los primeros síntomas de decadencia de la nobleza frente a una burguesía en ascenso y, en lo artístico, la paulatina disolución del clasicismo imperante para dejar paso a las turbulencias emocionales del romanticismo. En este aspecto es sintomático el hecho de que entre la racionalidad y el equilibrio aparentes del relato surjan borbotones de pasión apenas contenida. Los personajes encarnados por Emma Thompson y Kate Winslet representan, pues, las dos actitudes vitales opuestas ante la vida, la moderación y el apasionamiento o, si se quiere, el sentido y la sensibilidad.
Pero en todo momento este entramado melodramático de familias, herencias, amoríos, fortunas y expectativas de boda hay algo que no me acaba de entusiasmar. Seguramente hay una excesiva frialdad academicista en la narración, una exquisita corrección formal que apenas logra explorar y mucho menos hacer aflorar el fuego que atormenta los corazones de los amantes. Falta lirismo y una mayor dosis de crítica social, aun en su forma más irónica y desenfadada.
Sentido y sensibilidad ha realizado una minuciosa recreación de la novela original al precio de ganar en detalle y en extensión lo que ha pedido en coherencia argumental y en intensidad dramática.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.