(1) PROFESOR HOLLAND, de Stephen Herek.

LA VOCACIÓN
Film biográfico que narra 30 años de la vida de un profesor de música, un compositor frustrado, que acaba asumiendo con entusiasmo su labor didáctica en un instituto estadounidense. Afortunadamente, aquí no se incurre en el error tan frecuente de considerar la creación musical como un ejercicio místico o como el resultado de la inspiración metafísica, sino como una suma productiva de talento y trabajo.
Lo mejor es el entusiasmo contagioso con que la película exhorta tanto a la práctica musical como a la audición y disfrute de la música clásica, con citas de variado registro estilístico que van de J. S. Bach a John Coltrane, pasando por Beethoven, los Beatles y Gershwin. Lo peor, que acaba de arruinar la cinta, es su guión repleto de lugares comunes y una realización rutinaria incapaz de levantar el vuelo artístico sobre un melodrama excesivamente lacrimógeno confeccionado a base de desgracias familiares y profesionales que, para colmo de males, terminan en un apoteósico final feliz trufado de buenos sentimientos, con reconciliación familiar, éxito como compositor y reconocimiento generalizado de la calidad humana y profesional del protagonista. Todo demasiado trillado y conformista.
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