(2) LA LOCURA DEL REY JORGE, de Nicholas Hytner.

ESCÁNDALO EN LA CORTE
Primero fue una obra teatral de Alan Bennett, representada por el Royal National Theatre. El mismo autor escribió el guión cinematográfico y se encargó la realización del film al prestigioso director escénico Nicholas Hytner, triunfador en los escenarios de Londres y Nueva York con diversos musicales. El resultado es una película de época de carácter satírico contra la monarquía británica, con abundantes escenas de aire burlesco, que emparentaría tanto con las irreverencias y la sutil farsa de un Sacha Guitry como con la desmitificadora crítica social del Tom Jones de Tony Richardson.
El protagonista del relato es el rey Jorge III de Inglaterra, cuyo reinado abarcó de 1760 a 1820, víctima en 1786 de una extraña enfermedad mental que le impulsaría a cometer continuas extravagancias aunque, pese a los diversos episodios de locura que padeció, su hijo Jorge no accedió a la Regencia hasta 1811. Alrededor del monarca se mueve una Corte fastuosa integrada por la reina Carlota y sus 15 hijos, el primer ministro William Pitt Jr, así como nobles y funcionarios, mientras el Parlamento debate si debe votar la incapacitación de este soberano absolutista que acaba de perder las colonias de Norteamérica.
El film se estructura en multitud de escenas de corta duración y el punto de vista dominante vendría a ser, en cierto modo, el del ojo de una cerradura a través de la cual contemplamos las intimidades y las miserias de una familia real que nunca recogen los solemnes manuales de Historia.
Unos excelentes actores —destacan Nigel Hawthorne y Helen Mirren—, unos diálogos brillantes e ingeniosos, la grandiosa música de Haendel en una banda sonora diseñada por George Fenton y, sobre todo, una portentosa dirección artística con unos decorados y vestuario de una enorme belleza visual y creadores de una meritoria fidelidad ambiental, son los elementos claves a destacar en una obra bastante bien documentada, divertida y acerada en su sátira de los usos políticos y sociales de la aristocracia británica a finales del siglo XVIII y que constituye también una crónica mordaz de las costumbres cotidianas y de las creencias científicas de la época.
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