(0) UN LADRÓN DE CUATRO MANOS, de Franco Amurri.

EL MONO CAPUCHÓN
Perfecto ejemplo de nefasto cine infantil tanto por su simpleza conceptual y su pobreza artística como por su reaccionarismo ideológico. Personajes elementales, buenos y malos de una pieza, gags de un humor barato y toneladas de buenos sentimientos son las principales bazas de esta cinta que se sirve de la ya tópica relación afectiva entre niña y animal doméstico, en este caso un mono capuchino, para endosarnos un mensaje conservador en torno a la ley y el orden: niña traviesa, papá policía, monito ladrón de un titiritero y finalmente la reeducación moral del simio y de la niña que se integran en la familia a costa del encarcelamiento del mencionado titiritero y de la apropiación indebida del animal. Toda una lección de justicia social.
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