(3) EL BANQUETE DE BODA, de Ang Lee.

MATRIMONIO DE CONVENIENCIA
Premiada con el Oso de Oro en el pasado festival de Berlín y con el Premio del Público del de Locarno, El banquete de bodas es un film que, fusionando elementos de comedia y de drama, retrata como pocos el tan cacareado choque de culturas pero también la fértil mezcla obtenida tras su interacción. Aun cuando determinados aspectos de la trama tengan que ver con la nacionalidad de origen de los protagonistas, la construcción de situaciones y el despliegue de enredos y equívocos en la trama remiten directamente a la mejor tradición de la comedia anglosajona.
Simon y Wai-Tung son dos gays que viven juntos en Manhattan. Para disipar las sospechas de los padres de Wai-Tung, Simon sugiere que organice una boda de conveniencia con Wei-Wei, una joven inmigrante que necesita la carta verde de inmigración para poder permanecer en USA. Pero cuando los padres de Wai-Tung llegan a Nueva York insisten en organizar el banquete, lo que traerá muchas complicaciones.
Por parte de cada uno de los cinco personajes, lo que cuenta es cómo sobrevivir individualmente con sus propias condiciones y con las de auqellos que están más próximos, sentimental o familiarmente hablando, por más que los puntos de vista de cada cual pueden parecer enfrentados entre sí. Es, lógicamente, el juego de la comedia, un tipo de comedia de lúcida madurez, capaz de divertir con multitud de detalles y al mismo tiempo lanzar una mordaz crítica hacia todo aquello que uno tiene que aparentar o llegar a hacer para que le dejen vivir en paz, lo más tranquilo posible.
Ese esfuerzo por la comedia se pone de manifiesto en muchas secuencias, especialmente divertidas cuando se trata de comentar las habilidades culinarias, el tradicional rol de la mujer, de los hombres o los hijos varones, particularmente delirantes cuando se bromea o se ridiculiza la inutilidad de algunas tradiciones. La virtud fundamental, en este desarrollo, es la dosis de convincente comportamiento que caracteriza a esos distintos personajes.
Ese desparpajo, esa sana desmitificación de roles y valores convenientemente disfrazada de enredo vodevilesco, convierte esta cinta en un valioso punto de referencia crítico: como determinados ejemplos de la mejor comedia USA, se están abordando de principio a fin un buen número de prejuicios y tabúes —la homosexualidad, la vida en pareja, la descendencia, etc.— evidenciando por una parte lo que hay de mentira sociológica y que los sentimientos y el afán de vivir según la propia moral pueden ir, por otra parte, por otros derroteros al margen de las normas más trilladas.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.