(0) ALGO PARA RECORDAR, de Nora Ephron.

PADRE VIUDO DESCONSOLADO
Causa tristeza comprobar la intensa promoción que los distintos medios de comunicación han realizado de esta película, disfrazando de cultural lo que no es sino una mera operación comercial del cine hollywoodiense. Algo para recordar es, además, un simple remake de El noviazgo del padre de Eddie (1963) de Vincente Minnelli, y también un homenaje cinéfilo a Tú y yo (1957) de Leo McCarey, precisamente dos de las películas más endebles de sus respectivos realizadores, ahora convenientemente puestas al día y remozadas con la presencia de la tecnología actual y alusiones verbales al sexo.
El resultado es un producto altamente rentable, de previsible éxito de taquilla, una especie de cuento navideño gratificador con padre viudo desconsolado (Tom Hanks) al que su pequeño hijo busca nueva esposa, un caramelo envuelto en papel celofán del melodrama más rancio y con el fuerte sabor al romanticismo rescatado de las cursis producciones del Hollywood de los años 40 y 50.
El atractivo de la protagonista (Meg Ryan) y una buena dosis de melodías de la banda sonora son los únicos elementos positivos que encuentro. El resto es una penosa muestra del sentimentalismo más irracional y rosáceo que, al final del siglo XX, sigue todavía el alimento que alivia las profundas carencias afectivas y mediocridades existenciales de amplios sectores del público, aquellos dotados de nulo sentido crítico en su percepción de la realidad.
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