(0) LUNA DE MIEL PARA TRES, de Andrew Bergman.

UNA TENTADORA OFERTA
Un arranque prometedor de Nicolas Cage aquejado del síndrome de Woody Allen en Historia de Nueva York (1989), con madre posesiva que —incluso después de muerta— le impide relacionarse normalmente con las mujeres, deja paso a la entrada en escena de un James Caan, un jugador profesional, que pretende a cualquier precio el amor de la novia de aquél.
Sin un ritmo adecuado que favorezca la comicidad, el film se convierte en una única idea estirada artificialmente mediante una serie de situaciones falsas, fuera de toda verosimilitud, que incluyen la sátira del culto hortera a Elvis Presley en Las Vegas, pero también un puritanismo fuera de lugar y que huele a naftalina. Mal los actores, cuyos personajes no acabamos de creernos.
Se trata de la clásica comedia que traspasa los límites de la incoherencia para entrar en el terreno de la memez.
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