(1) A PROPÓSITO DE HENRY, de Mike Nichols.

RENACIENDO COMO PERSONA
El realizador Mike Nichols intenta en vano recuperar en A propósito de Henry el espíritu de aquel cine sencillo, directo y bienintencionado que lideró Frank Capra a lo largo de los años 30 y 40.
La ingenuidad con la que nos presenta la rehabilitación de un abogado sin escrúpulos tras ser tiroteado por unos delincuentes durante el atraco de un supermercado no pude ser más retorcida. El film está atiborrado de situaciones inverosímiles y sobredosis de sentimentalismo que el Nichols baraja sin ningún estupor.
En esencia, los espectadores asisten a un auténtico renacimiento como persona, aflorando en el protagonista una bondad extraordinaria, convirtiéndose como por arte de magia en un maravilloso amigo, marido, padre y ser humano…
El film es una golosina con el papel de celofán pegado. La guinda del espectáculo es Harrison Ford, un actor que aquí hace lo que buenamente puede, aunque su ejercicio de contención expresiva resulte todo un alarde, dadas las circunstancias.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.