(0) EL PLACER DE LOS EXTRAÑOS, de Paul Schrader.

TEDIO VERSUS MISTERIO
Ante el film de Schrader, ambientado en la ciudad de Venecia, uno no puede hacer otra cosa que añorar la lúcida crueldad de Eva (1962) de Joseph Losey, el elegante ingenio de Mujeres en Venecia (1967) de Joseph L. Mankiewicz o el patético decadentismo de Muerte en Venecia (1971) de Luchino Visconti. La película de este pretencioso guionista y director de cine estadounidense intenta alcanzar las cimas de la qualité y se queda en el aséptico y vacuo relato, poblado de personajes de cartón-piedra, en torno a una joven pareja afectada por el tedio atrapada por un perverso matrimonio de aristócratas sadomasoquistas durante sus vacaciones en la famosa ciudad italiana.
Si El placer de los extraños no funciona como film de intriga, ni como folleto turístico, ni como retrato psicológico ni como historia romántica… ¿alguien puede decirme para qué sirve?
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