(1) LA SOMBRA DEL CIPRÉS ES ALARGADA, de Luis Alcoriza.

EL ALUMNO DE DON MATEO
Luis Alcoriza ha fracasado en la transcripción cinematográfica de la famosa novela de Miguel Delibes, un testimonio de la vida mediocre y gris en una ciudad castellana de los primeros años 30. El niño protagonista, un huérfano acogido por un maestro de escuela autodidacta, es testigo de la mezquindad, la represión y la beatería de un ambiente provinciano lleno de limitaciones materiales y morales, donde cobra especial relevancia la presencia de la enfermedad y la muerte. Todo ello conlleva un episodio complementario, situado en los años 50, donde el protagonista, ya marino, parece curarse de su sequedad espiritual al vivir un cálido amorío en tierras mexicanas, posibilidad también truncada en trágicas consecuencias.
Alcoriza se ha limitado a trasladar al cine el esqueleto argumental de la citada obra literaria, cuajada de vivencias dramáticas, pero se ha quedado en la mera superficie de la anécdota. La fidelidad sintética a diálogos y situaciones, en esta ocasión, ha dado lugar a un relato literaturizante y pesado que sólo cabe catalogar como vulgar folletín, al estar en él ausente toda referencia documental a la época o cualquier reflexión poética en profundidad sobre la condición humana.
Y es que, en el fondo, late ese ascético pesimismo mesetario que parece condenar fatalmente a la imposibilidad de rebelarse contra un contexto hostil e insatisfactorio. Como si el destino obligara finalmente a asumir una serie de valores, ya periclitados, que al principio parecían ponerse en cuestión.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.