(2) UN VIRUS NO CONOCE MORAL, de Rosa Von Praunheim.

UNA TRÁGICA ENFERMEDAD
Este es el segundo largometraje que nos llega del alemán Rosa Von Praunheim, del que es productor, guionista, director, actor y montador; ejemplo de un cine underground que en los años 80 ha logrado salir de los circuitos especializados para exhibirse en otros más amplios aunque no por ello mayoritarios.
Influenciado por Werner Schroeter y por Gregory Markopoulos, en el cine de Von Praudheim se evidencia tanto su polimorfa trayectoria artística e intelectual como su propia experiencia personal. En suma, como le definíamos desde estas páginas, se trata de un ser marginal, radical y homosexual que en Un virus no conoce moral (1986) ha utilizado también diversos procedimientos expresivos —ficción, documental, musical, etc.— para abordar el tema del SIDA. Su galería de personajes, ambientes y situaciones evidencian unas agudas dosis de observación y, frente al tremendismo apocalíptico habitual, él ha preferido elaborar una sátira dominada por el esperpento, el sarcasmo y el humor negro para desdramatizar la cuestión y para desmitificar el sensacionalismo que suele rodear todo lo referente a esta enfermedad, permitiéndose bromas macabras e incluso no despreciando ciertas dosis de didactismo profiláctico.
La película constituye un “golpe bajo” al buen gusto burgués dominante y, en unos momentos light de conservadurismo estético, ideológico y moral, requiere del espectador una actitud receptiva tan liberada como la del autor, cuyas imágenes, diálogos y situaciones suponen una constante provocación para las “buenas conciencias” incapaces de mirar al frente y sin prejuicios la realidad.
En este sentido, la estética de Von Praunheim es la del expresionismo clásico pasado por los tamices actuales del pop y del kistch, pero su modernidad es de una radicalidad que nada tiene que ver con la autocomplacencia de otros que, pese a las apariencias, se hallan plenamente integrados en el sistema, léase el caso Almodóvar. El realizador observa las costumbres de sus contemporánes desde una óptica libertaria que hace blanco de sus dardos críticos al Estado, a la sociedad y a sus instituciones más representativas.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.