(4) LAS AMISTADES PELIGROSAS, de Stephen Frears.

EL JUEGO DE LA SEDUCCIÓN
El director de cine británico Stephen Frears abandona la Inglaterra thatcheriana pero no para cruzar el Atlántico. De hecho se instala temporalmente en Francia, al château de Camps-sur-Marne cerca de Versalles, donde ha ambientado un film que transcurre a finales del siglo XVIII antes de la Revolución francesa, un siglo de esplendor para aquellos estamentos sociales —la aristocracia, el clero, la burguesía prerrevolucionaria— que disfrutan del poder y del dinero.
Basado en el clásico de la literatura erótica Les liaisons dangereuses —la famosa novela epistolar escrita por Pierre Choderlos de Laclos publicada en 1782— e interpretado por célebres estrellas de Hollywood —Glenn Close, John Malkovich, Michelle Pfeiffer— Las amistades peligrosas es uno de los films más interesantes del año.
El film comienza desde el principio bajo el signo de la apariencia y el disfraz. La perversa y fascinante Marquesa de Merteuil (Glenn Close) planea vengarse de su último amante con la ayuda de su viejo amigo el Vizconde de Valmont (John Malkovich), un seductor tan amoral y depravado como ella. Para ello el aristócrata deberá arrebatar la virginidad de la joven Cécile, futura esposa de aquél, con la intención de incrementar su vanidad y prestigio como seductor, para lo cual también se propone conquistar a la virtuosa madame de Tourvel (Michelle Pfeiffer), de la que se enamora. Al final asistimos al despojamiento del disfraz con el que la marquesa ha urdido un juego que se le ha escapado de las manos, cerrándose un círculo perfecto que Frears aborda con acento cómico al principio y termina deslizando sabiamente hacia el terreno del melodrama.
Las amistades peligrosas es una película admirablemente realizada, dotada de un ritmo implacable que atrapa la atención del espectador, sin darle descanso. Esto lo consigue gracias a su sólida ambientación, sus punzantes diálogos, su soberbia planificación con primeros planos que captan numerosos gestos y miradas, y una dirección de actores sensacional que saca todo el jugo a los personajes.
Este viaje embriagador a la esencia y el misterio de la atracción entre los sexos es, sin duda, la mejor obra de Stephen Frears, quien ha demostrado aquí su ascendente trayectoria. Seguiremos con atención su próxima obra.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.