(1) TUCKER, UN HOMBRE Y SU SUEÑO, de Francis Ford Coppola.

AUGE Y CAÍDA DE UN VISIONARIO DEL MOTOR
Ford Coppola se ha sentido fascinado por la historia real de Preston Tucker, un visionario de los años 40 que se propuso fabricar un coche revolucionario, con una serie de características técnicas y estéticas que se adelantaron a su tiempo. El propio director es poseedor privilegiado de uno de los 50 vehículos que llegaron a fabricarse, en plan artesanal, y es comprensible que el cineasta haya querido pregonar su admiración por el hombre y la máquina Tucker.
El coche como objeto de culto viene de lejos y ha tenido numerosos feligreses, desde los futuristas italianos de los años 20 al viejo director de orquesta Herbert von Karajan. Los motivos de adoración pueden ser muy diversos: sensación de libertad de desplazamiento, relación fetichista, amor por la velocidad, belleza de líneas, características técnicas, prestigio social, etc. Según Coppola, el Tucker reunía todas las virtudes y satisfacía todas las apetencias.
Pero, a mi juicio, la película viene condicionada por dos factores que merman su interés: 1) el look típico de film biográfico hollywoodiense, con sus dosis de hagiografía, superficialidad y optimismo artificioso con moraleja ejemplar; y 2) una estructura del relato copiada de las ingenuas fábulas sociales del Capra de los años 20 y 30, es decir, esquemático conflicto entre buenos y malos, feroz individualismo, defensa a ultranza de la libertad de empresa, creencia en un pueblo sano frente a la corrupción de ciertos políticos y financieros, etc.
Tucker fue sometido a juicio por fraude y se le declaró inocente, pero no pudo sortear los obstáculos de tipo económico que la industria del automóvil de Detroit, amenazada en sus intereses, puso en su camino.
Un hombre y su sueño cuenta con magníficos actores y está realizada con pericia, pero su exceso de ingenuidad y de idealismo, casi infantiles, la alejan de toda esa tradición de “perdedores” que constituye la mejor radiografía de la otra cara de la moneda del “sueño americano”.
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