(1) EL HOTEL DE LOS FANTASMAS, de Neil Jordan.

EL CASTILLO ENCANTADO
Tras el competente thriller Mona Lisa (1986), se esperaba que el realizador británico Neil Jordan mantuviese el nivel mostrado en dicho film, a pesar de explorar un nuevo género para él como es la comedia. Sin embargo, la decepción es inevitable ahora ante un discreto relato cómico de fantasmas protagonizado por Daryl Hannah, Peter O’Toole y Steve Guttenberg.
Pese a sus virtudes técnicas, resumidas en su destacable ambientación, su adecuada fotografía y unos efectos especiales apañados, El hotel de los fantasmas decepciona por su guión, basado en una sucesión de menudencias argumentales, sustentado en gags visuales tontorrones más que en un humor verbal inteligente.
El propietario de un castillo irlandés, agobiado por sus numerosas deudas, decide convertir su castillo en un hotel. El proyecto no cuaja, pero se le ocurre una idea para atraer a los turistas americanos: proclamar falsamente que el castillo está habitado por terribles fantasmas. Los empleados se preparan para actuar como falsos espectros. La sorpresa viene cuando aparecen verdaderos espectros.
La intencionalidad, visto el film, era realizar un producto descaradamente comercial, con el reclamo fundamental de rostros conocidos: Peter O’Toole aporta prestigio, Daryl Hannah añade belleza y Steve Guttenberg proporciona hilaridad. No en vano se le conoce por su participación en la saga Loca Academia de Policía.
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