(3) NAPOLEÓN, de Abel Gance.

ELOGIO DE LA CONQUISTA
Pese a su ideología ambigua, cuando no abiertamente reaccionaria, el Napoleón de Gance —como El nacimiento de una nación de Griffith o Metrópolis de Lang— no puede dejar de calificarse como un hito en la Historia del Cine, como un film clave en el desarrollo del llamado séptimo arte. Realizado entre 1925 y 1927, con graves problemas de financiación, lo que tenía que ser una biografía completa de Napoleón Bonaparte sólo llegó a contar hasta el inicio de su campaña militar en Italia, tras una inversión de 15 millones de francos y la obtención de 12 mil metros de cinta útil. Pero fracasó económicamente, debido tanto a dificultades de exhibición —duración desmesurada del metraje, pantalla triple con tres proyecciones, etc.— como a la inmediata llegada del sonoro, circunstancia que obligaría a su autor a recomponer versiones simplificadas, abreviadas y habladas en 1934, 1955 y 1971, desvirtuando su valor y significación originales.
La versión que ahora nos llega, producida por Francis Ford Coppola, fue reconstruida en 1981 por Kevin Brownlow tras rescatar fragmentos procedentes de múltiples archivos, dotándola de virados crimáticos de discutible funcionalidad y añadiéndole una excelente partitura de Carmine Coppola, que recurre a una amplia gama de estilos además de incluir un fragmento de la 3ª sinfonía de Beethoven para arropar acústicamente las casi cuatro horas de proyección, ilustrada por unos rótulos ingleses traducidos al castellano.
El Napoleón de Abel Gance es una obra desmesurada en su grandilocuencia melodramática, históricamente inexacta por su acentuado chauvinismo, ideológicamente conservadora pues retrata la Revolución Francesa como una época de caos y violencia al que sólo la disciplina militar podría poner freno, y filosóficamente metafísica por su constante recurso a conceptos como Providencia, Destino y Genialidad. Fue todo ello lo que motivó que sesudos críticos como Moussinac la calificaran de fascista, sin duda exageradamente.
¿Por qué casi todos coinciden en considerar este film como un auténtico monumento del cine? Pues porque, pese a su guión empachado de literatura patriotera, el film vino a ser un compendio de todas las aportaciones que el arte fílmico había realizado hasta el momento, en la etapa final del cine silente. Y porque su indiscutible grandeza épica y lírica se sustentó, además, en los hallazgos expresivos de la vanguardia de los años 20, especialmente en el impresionismo cinematográfico, mediante sobreimpresiones, metáforas, repeticiones, ritmos y angulaciones que dotaron a sus imágenes de una riqueza visual nunca alcanzada hasta la fecha. En suma, una espectacularidad y una fuerza narrativa basadas, fundamentalmente, en nuevos procedimientos técnicos como osados travellings con la cámara montada sobre los más curiosos artilugios, y en una pantalla dividida en tres partes que constituyó un claro antecedente del Cinerama.
Y así, sublime pieza de museo o muestra de arte vivo, el Napoleón de Gance rescatado por Coppola es una obra importante que bien merece ser conocida.
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