(1) PROYECTO X, de Jonathan Kaplan.

EXPERIMENTOS MILITARES
Sólido producto comercial, llevado a cabo por los mismos productores y el mismo intérprete de Juegos de guerra (1983), donde hasta el mínimo detalle está estudiado y controlado para llegar a un amplio abanico de público.
Proyecto X nos narra cómo un joven trata de salvar a unos inteligentes monos de unos peligrosos experimentos del ejército USA. El realizador sabe dosificar los componentes del éxito: la admiración del espectador por las habilidades circenses de los chimpancés alternando con la simpatía hacia el protagonista de turno, el suspense cuando el animal está en peligro y la antipatía hacia el jefe científico al que no le importa la vida del susodicho.
Todo medido y milimetrado, siguiendo el esquema de una sensiblería impuesta por el cine de Spielberg de los últimos tiempos, sin ningún atisbo de denuncia de los experimentos nucleares con fines bélicos o el peligro del armamentismo que vaya más allá de la ingenua defensa de unos animalitos de laboratorio. En resumen: buenas intenciones en una sólida envolura.
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