(1) LADY JANE, de Trevor Nunn.

MATRIMONIO DE INTERÉS
Film británico del género histórico que narra un episodio del turbulento siglo XVI inglés: el breve reinado de Jane Grey, una adolescente de 15 años, entre Eduardo VI y María Tudor, cuando John Dudley, el regente duque de Northumberland, intentó alterar el orden dinástico preestablecido casándola a su hijo menor Lord Guilford.
Actores, decorados y vestuarios complen correctamente su misión, pero predomina una visión romántica e idealista de la Historia, pues el conflicto entre católicos y anglicanos aparece más como una cuestión de dogma que como un choque de intereses políticos y económicos. A ello contribuye decisivamente el protagonismo de Jane y su joven esposo, víctimas propiciatorias de un mundo desquiciado y cruel, en una distorsionada óptica “moderna” que debe no poco a la moda juvenil que en el cine impuso Franco Zeffirelli.
La película decanta su simpatía hacia los protestantes. Los católicos, especialmente Felipe II de España, son unos sanguinarios y María Tudor es, además, bastante vieja y fea. Los 140 minutos de metraje se me hicieron muy largos.
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