(2) MRS. SOFFEL, de Gillian Armstrong.

PRISIONERA EN SU HOGAR
Gillian Armstrong ha relatado un suceso real acaecido en 1901. La esposa del alcalde de la prisión de Pittsburgh se enamoró de un condenado a muerte y se fugó con él hasta que fue abatido por sus perseguidores. Con una evidente sensibilidad, con una cuidadosa atención por los detalles, la realizadora australiana traza una metáfora en la que el lirismo se conjuga con el compromiso social y moral, tratando diversos temas como el feminismo, el puritanismo, la pena de muerte…
La protagonista, esposa y madre, vive enferma en el interior de la cárcel con un marido que no la ama y practica una religión convertida en mero formulismo piadoso. Su amor hacia el prisionero, encarnado por Mel Gibson, pese a las diferencias de edad y de clase, la convierte en una persona alegre e ilusionada. Abandona su estatus burgués, familia e hijos, y elige el “desorden” y la marginalidad esperando encontrar la libertad y la felicidad que echa en falta.
El personaje de Diane Keaton rompe, pues, con la opresión conyugal, con un hogar patibulario y con una Biblia convertida en rutina para emprender una aventura llena de riesgos pero que le posibilita realizarse como ser humano.
Mrs. Soffel es una película generosa en sus ideas, pero pese a su carácter de testimonio verídico no deja de resultar excepcional y poco representativa, atendiendo a la época en que se desarrollaron los acontecimientos. Con el referente de la huida y la persecución, con protagonistas al margen de la ley y unidos por una pasión arrolladora, tenemos ejemplos muy ilustres: Los amantes de la noche (Nicholas Ray, 1948), El último refugio (Raoul Walsh, 1941) o Bonnie y Clyde (Arthur Penn, 1967). Gilliam Armstrong se ha preocupado más por subrayar sus propuestas ideológicas y por el efecto visual de sus imágenes que por profundizar en los personajes, dotándolos de complejidad sin sortear sus contradicciones. Y así, en este sentido, el film nos remite también a los convencionalismos de un cine “progre” pero esquemático, que busca a toda costa la complicidad sentimental del espectador: la bella historia de amor y el soporte del star-system configuran la bondad de unos personajes víctimas de unos representantes de la ley que anhelan la recompensa y que parecen disfrutar sádicamente con la caza del hombre.
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