(1) COCOON, de Ron Howard

LA FUENTE DE LA ETERNA JUVENTUD
La idea sobre la que gravita el film es, a priori, interesante. Un grupo de ancianos de una residencia experimentan un milagroso proceso de rejuvenecimiento físico y mental al bañarse en las aguas de una piscina que contiene una especie de crisálidas extraterrestres. Ello da pie a situaciones realmente divertidas y emocionantes, que combinan comedia y suspense en un logrado equilibrio.
Sin embargo, este buen arranque comienza pronto a decaer, especialmente desde el momento en que se introduce la trama alienígena, descubriéndose la existencia de los alienígenas. La historia adopta pronto un tono ñoño y sentimental que recuerda al peor Disney, incluídos algunos trucajes inspirados en el famoso personaje de Campanilla.
En el desenlace se pretende dar un nuevo impulso con la aparición de una nave espacial, sin duda un guiño cinéfilo a Encuentros en la tercera fase (1977), con la que los protagonistas pretenden viajar al planeta de procedencia donde prolongar su vida, idea que no acaba de funcionar plenamente.
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