(0) ÍDOLO DEL ROCK, de Larry Peerce.

MÚSICO SIN ESTRELLA
Que intenten sacar provecho de la popularidad de un cantante pop, en este caso Rick Springfield, cuya música podrá gustar más o menos, entra en la lógica de los planes e intereses de la industria del cine. Lo que no comprendo es la eterna manía de utilizar guiones aberrantes como soporte argumental de unas exhibiciones musicales que aquí son más bien escasas. Las relaciones amorosas entre el ídolo de marras, guapo y millonario, y una joven pedagoga adquieren en esta ocasión unos tintes neuróticamente melodramáticos, con final feliz, cuyo nivel mental no es ya el habitual de niños de ocho años sino el de verdaderos “nasciturus”. O sea, una auténtica parida.
Leave a reply
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.