(0) PEDRO NAVAJA, de Alfonso Rosas Priego.
MELODRAMA MORALIZANTE CON SABOR AÑEJO
Yo esperaba que, a partir de la excelente canción de Rubén Blades, los mexicanos elaborarían una crónica social de corte realista sobre los bajos fondos urbanos, en la línea de los Cazals, Ripstein, etc. ¡Qué gran decepción!
La película está mucho más cerca de los melodramas moralizantes de los años 50, al modo de ¿Con quién andan nuestras hijas? (1955) de Emilio Gómez Muriel. Guión sin rigor, diálogos charros cuya “crudeza” llega a dar risa, actores de pena, inclusión de números musicales para comercializar el producto y un erotismo a base de exhibicionismo de tetas y braguitas.
A destacar, cómo se lo monta de macho el protagonista Andrés García y lo macizas y maquilladas, a lo antiguo, que aparecen las actrices en sus papeles de mujeres de mala vida.
José Vanaclocha
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