(1) TOP SECRET, de Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker.

ESPÍA COMO PUEDAS
Los mismos responsables de Aterriza como puedas (1980), parodia absurda del cine de catástrofes, configuran en Top Secret una disparatada caricatura del cine de espías. La fórmula es sencilla, basándose en la mera sucesión de delirantes gags partiendo de un anecdótico argumento, pero debe reconocerse su mérito: no son pocos los sketchs que despiertan la risa cómplice, cuando no la sonora carcajada.
Nick Rivers (Val Kilmer), un cantante rock, acude a Alemania Oriental para participar en un festival cultural —curiosamente ese territorio todavía parece estar controlada por los nazis y bajo el ataque de la Resistencia francesa—. Allí se pone en contacto con la Resistencia, liderada por el flamante Nigel (Christopher Villiers) y ayuda a la bella Hillary Flammond (Lucy Gutteridge) en el rescate de su padre (Michael Gough), un brillante científico que está en manos de los alemanes y al que obligan a construir una peligrosa arma secreta.
Desde el primer instante se evidencia el carácter lúdico y desmitificador de un relato diseñado desde el único prisma del humor. Eso sí, debe verse como lo que realmente es: un liviano pasatiempo. En cuanto le quieres ver trascendencia al producto su complexión es tan frágil que todo cae por los suelos. La película cuenta con breves actuaciones de Omar Sharif, como el agente Cedric, y Peter Cushing, como el sueco dueño de una librería, pero ni eso le confiere más entidad.
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